Pescado blanco y sus características
El pescado blanco, conocido también como pescado magro, engloba todas las especies que, por norma general, tienen menos del 5% de grasas. Estas se acumulan alrededor del hígado y no entre los músculos. Las especies son sedentarias, habitando en las zonas más profundas del mar. Esto les permite obtener el alimento necesario sin tantos esfuerzos y sin necesidad de acumular tanta energía.
Los pescados blancos tienen una carne de tonos claros y, sobre todo, su cola posee una forma redondeada. La lista de pescado blanco es muy amplia: bacalao, besugo, gallo, merluza, rape, lubina, corvina, dorada, lenguado y rodaballo.
Propiedades y beneficios del pescado blanco
- El pescado blanco es una gran fuente de nutrientes, contiene proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B y minerales como fósforo, calcio, hierro y cobre. Asimismo, aporta un alto contenido en que nuestro organismo necesita para funcionar correctamente.
- Ayuda a perder peso. Tiene entre 70 y 90 calorías por 100 gramos y su porcentaje de grasa es mínimo. Comer pescado blanco alimenta, el cuerpo aprovecha el pescado para nutrirse no como otros alimentos que sirven para acumular grasa.
- Beneficiosos para los huesos. Este pescado aporta calcio y fósforo los cuales son dos nutrientes fundamentales para mantener la salud ósea. Y también, el fósforo favorece el crecimiento por lo que es un alimento fundamental para los más pequeños.
- Ayuda a prevenir el hipotiroidismo (con su aporte de yodo) y las enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
Recetas para salir de la rutina
Siempre que se vaya a cocinar alguna receta con pescado blanco, es importante comprar el más fresco, generalmente el que se encuentra más cubierto de hielo en la pescadería. Son diversas sus formas de preparación, muchas de las recetas de pescado blanco no son complicadas de hacer. Ya sea frito, guisado, horneado o asado; el pescado blanco es sencillamente delicioso en todos sus tipos, además de ser muy nutritivo.
- Merluza en salsa. Para esta receta necesitamos de ingredientes: 600 gramos de merluza, ajo, aceite de oliva, harina, 1 vaso de agua, ½ vaso de vino blanco, sal y perejil. Primero de todo, descongelaremos la merluza y mientras esta se descongela vamos a picar los ajos y sofreírlos con aceite de oliva. Cuando los trocitos de ajo empiecen a dorarse retirar un momento el recipiente del fuego y añadir la cucharada de harina. Remover rápidamente para que no se pegue y volver a poner en el fuego medio. Sin dejar de dar vueltas, añadir lentamente el agua, según vaya tomando consistencia la salsa, y después el vino blanco. Una vez hayan pasado 10 minutos, meteremos la merluza en la cazuela y echaremos el perejil. No podemos dejar de remover y una vez hecho el pescado, retiraremos los alimentos para poder servirlos. Receta súper simple y sencilla que en minutos se realiza.
- Lubina con verduras al horno. Para esta segunda receta necesitaremos: 4 lomos de lubina, 1 pimiento verde y 1 pimiento rojo (grandes los dos), 1 tomate maduro, 1 cebolla, aceite de oliva y sal, si es gorda mejor. Primero de todo deberemos de limpiar la lubina muy bien. Es aconsejable que pidamos al pescadero que prepare las lubinas de ración, limpias y en cuatro lomos sin escamas y sin espinas. Cortaremos los pimientos y la cebolla en tiras finas y el tomate en trocitos pequeños. Añadiremos las verduras en una bandeja para horno y lo meteremos al horno precalentado a 180 ºC durante 20 minutos. Una vez pasados, añadiremos la lubina y lo volveremos a meter hasta comprobar que los lomos están hechos.
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